lunes, 4 de junio de 2012

Calibrando tus pulsaciones


Calibrando el vaivén de tus pulsaciones. Cualquier ritmo musical puede decirte el estado en el que estás.

Tierra firme, ¿qué dirán cuando ya no esté? Caracoles que gritan a la velocidad de una liebre con voz de dragón, demandan más verdor creado por las fuerzas de la naturaleza.

Hombre destructor. El hombre que a cada paso derriba todo lo que ha construido con perseverancia. Ideales inexistentes en la sociedad tardía que no llega a ningún fin.


Quizá sean los tiempos que corren, no que corren, sino que se estancan, que no pueden más, que los errores cometidos ahogan casi como si el petróleo se derramara en el mar más grande del mundo y acabara con todo animal marino. Así nos sentimos, ahogados ante tanta injusticia.


Rugidos de los manifestantes que se convierten en gritos mudos para los representantes. Sin pena ni gloria. Ni crimen ni castigo. Impunidad ensordecedora a los cuatro costados, y aquí estoy yo ganándome la vida como una altruista, como decía Comte allá en 1851.

Y aunque los extremos no sean buenos, el hedonismo predominante hace que esta cuerda que me rodea en forma de manos, me ahorque como a una suicida sin salida. Altruismo como forma de vida, una lucha continua por la supervivencia. 

‘’¡Qué gane el más fuerte!’’ decía Darwin, y en ello estamos. Este sistema que nos rodea hace que no nos apreciemos como seres humanos, con nuestros dones y nuestras torpezas, sino que, nos dedicamos a pisotearnos como animales de la selva intentando conquistar una vida digna para nosotros y los que vienen detrás.

Somos como ovejas ciegas haciendo caso a esa ''fuerza mayor'' que nos controla como si fuéramos títeres de trapo para manejarnos a su antojo, que actuemos como ellos quieran sin importarles nuestras necesidades, nuestros ideales y nuestros derechos…

Derechos… Derechos que se van por el desagüe, pisoteados por un ‘Ente’ perverso que controla el mundo. Llámalo Dios, llámalo como quieras. Pronto no habrá derechos o poco nos falta para quedarnos sin ellos si dejamos que nos aplasten cuales cucarachas.

La solución la tenemos todos en cada rincón del mundo, allá donde vamos, donde coexistimos y donde evolucionamos. Fuerza, valor y educación es lo que necesitamos para lograr convertirnos en los señores de este Mundo gris, crudo y deprimente en el que sólo sobrevivimos con esperanzadas utopías que se convierten en cenizas que tristemente vuelven a la cruda realidad…

Pero qué se yo. No se ni lo que estoy diciendo. Calibrando tus pulsaciones te contaba al principio y el maldito periódico de la mañana me ha hecho sentirme humana una vez más y hablar de esa ‘’cenicesca’’ utopía. 

Espero que las cámaras del franquismo no me hayan escuchado o en la página de sucesos me veré reflejada.

-         -  ¿Quieres un té o prefieres café?
- Que sea con tostadas, por favor.

Ai-senshi

Creative Commons License
Sekai No De Ai Wo Seken Dekemono by Oosaki is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 España License.